Alumbrados Colombianos

Las velitas en Colombia

Todos sabemos que los países latinos son en ocasiones conocidos por la marcada religión que sus habitantes profesan, esta religión se nota también en la designación de algunas festividades, para lo que muchos es el 24 de diciembre, Papa Noel, en Colombia se conoce como el niño Dios, es decir, confluyen los dos nombres, pero normalmente, se dice que los regalos de aquella noche son regalos traídos por el nacimiento del niño Jesús. 

Pero antes de llegar al día 24 de diciembre, tenemos un previo, el llamado día de las velitas, que normalmente empieza desde el día 7 de diciembre, con el encendido de faroles y velas que iluminan calles, centros comerciales y hogares de pueblos y ciudades. Esta celebración marca el principio de las fiestas navideñas en Colombia.

En principio con este acto se celebra la Inmaculada Concepción de la Virgen María, algo que muy pocas personas saben, y que se ha ido perdiendo con el tiempo, dado que, si a día de hoy se celebran y se encienden las velitas, es muchas veces con el significado que cada familia o persona le quiera otorgar; en ocasiones para dar gracias, pedir deseos, o por personas que nos faltan esa navidad. 

En mi ciudad, en Pereira, se celebra el día de las velitas las noches del 7 y 8 de diciembre durante estas dos noches los pereiranos encienden velas y faroles a las afueras de sus casas a partir de las 7:00 pm que es la hora oficial que fijan las emisoras de radio se comparten alimentos entre vecinos como natilla, buñuelos y galletas de navidad, todo esto al son de la música tradicional navideña y siempre con un ambiente alegre y de familiaridad. 

Durante una serie de noches también se hacen novenas y quedadas en diferentes casas para cantar villancicos o rezar… 

Creo sinceramente que esto es algo que debería vivir al menos una vez en la vida, cada persona, independientemente de ser creyente o no, no por el hecho de rezar, sino por el hecho de compartir como allí se hace, de reunirte con vecinos y amigos, entre música y risas, por sentir que, pese a que todo el mundo se desmorona, rodeado de gente alegre, todo mejora por momentos.